Las Directrices Anticipadas, también conocidas como living will o declaración previa de voluntad, son un recurso legal que permite a una persona anticipar y documentar las decisiones médicas que desea que se respeten en situaciones críticas, como una enfermedad terminal o un estado vegetativo irreversible. En Puerto Rico, este documento es fundamental para asegurarse de que los tratamientos médicos sigan los deseos de la persona, aun cuando esta ya no pueda comunicarse o tomar decisiones por sí misma.
El objetivo de las Directrices Anticipadas
El propósito principal de las Directrices Anticipadas es proporcionar una guía clara sobre las preferencias médicas de una persona, especialmente en lo relacionado con procedimientos que prolonguen la vida de manera artificial. Este documento protege la autonomía personal al garantizar que, en momentos de incapacidad, se sigan sus deseos previamente expresados. Además, ayuda a aliviar la carga emocional de los familiares, evitando que tengan que tomar decisiones difíciles sin saber con certeza lo que la persona hubiera querido.
¿Qué decisiones incluye una Declaración de Última Voluntad?
Al redactar una Declaración de Última Voluntad, se pueden abordar temas como:
Soporte vital: Si prefieres evitar la asistencia con ventiladores mecánicos o la reanimación en caso de un fallo cardíaco o respiratorio.
Hidratación y nutrición artificial: Si decides no recibir alimentación o líquidos a través de métodos artificiales.
Cuidados paliativos: Si deseas recibir tratamiento para aliviar el dolor y el malestar sin recurrir a medidas que prolonguen la vida de manera artificial.
Estas decisiones permiten mantener el control sobre tu atención médica, asegurando que se respete tu dignidad y tus valores.
¿Quién puede otorgar Directrices Anticipadas en Puerto Rico?
Para poder crear una Declaración de Última Voluntad en Puerto Rico, es necesario que la persona cumpla con ciertos requisitos legales, tales como:
Tener al menos 21 años de edad.
Ser legalmente capaz de comprender y decidir sobre su tratamiento médico y las consecuencias de sus decisiones.
Es esencial que este documento se redacte antes de que la persona se vea incapacitada para comunicarse, de modo que sus deseos sean claros y puedan cumplirse en caso de necesidad.
¿Cómo se redactan las Directrices Anticipadas?
Las Directrices Anticipadas deben ser redactadas de manera formal y contar con la asesoría de un abogado que garantice que se cumplan los requisitos legales en Puerto Rico. El documento también debe estar firmado y notarizado para tener validez legal.
Conclusión
El derecho a decidir sobre nuestro cuerpo y nuestra salud es un aspecto clave de la dignidad humana. Las Directrices Anticipadas permiten a las personas tomar control de su tratamiento médico en momentos de incapacidad, asegurando que se respeten sus decisiones y valores hasta el final. Este recurso no solo garantiza que se cumplan tus deseos, sino que también alivia a tus seres queridos de tener que tomar decisiones difíciles sin una guía clara.
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